El plástico es uno de los materiales emblema del siglo XX y de lo que llevamos del XXI, constituyendo toda una revolución y una forma de fabricar. Si miras a tu alrededor, descubrirás una gran cantidad de objetos fabricados en plástico y, con un poco de suerte, probablemente veas packaging de plástico que haya sido fabricado empleando una técnica en la que queremos profundizar hoy: el termoconformado.
¿Qué es y para qué sirve el termoconformado?
El termoconformado — también conocido como termoformado — es un proceso de fabricación que aprovecha las propiedades fisicoquímicas del plástico. El termoconformado consiste en calentar una lámica o plancha de plástico de tipo termoplástico, de modo que ese incremento de temperatura permita su reblandecimiento, adaptándose así a la forma de moldes gracias a la acción de la presión o simplemente valiéndose de un contramolde. Una vez el plástico se ha enfriado, mantiene la forma del molde. Una forma cercana de entender este proceso es pensando en el plástico como trabajar con chocolate fundido, lo que permite crear por ejemplo los famosos huevos de Pascua.
Gracias al termoconformado es posible que el plástico adopte una gran variedad de formas simplemente creando los moldes con los diseños necesarios, de modo que la reproducción sea relativamente rápida, idéntica y asequible para la fabricación a gran escala. El termoconformado abre las puertas a la creatividad en su estado puro, tanto es así que es posible crear verdaderas obras de arte en plástico para su uso en multitud de aplicaciones simplemente dejando volar la imaginación en la fase de desarrollo de moldes.
En cuanto a su uso en el sector del packaging, en Stylepack contamos con una dilatada experiencia trabajando con esta técnica, que proporciona una nueva y diferente vida al plástico. En el pasado Hispack 2018 mostramos algunos de nuestros proyectos más innovadores siguiendo esta técnica de la mano de Ecoform.