¿Sabías que es posible lograr que el packaging de tu producto desaparezca? Una tendencia al alza para reducir el desperdicio de material en el camino hacia un mundo más sostenible. Dentro de esta filosofía, hoy os hablamos del packaging soluble en agua, una forma de envasar práctica, diferente y sostenible que ha llegado para revolucionar ciertos segmentos del mercado como la cosmética.
La sociedad se enfrenta a un gran reto con el medio ambiente: mantener (o al menos, que se vea lo menos afectado posible) el estado de bienestar y de consumo y al mismo tiempo que cuida de los recursos disponibles. Una de las principales estrategias es el reciclado: es necesario reciclar más y reciclar mejor.
El objetivo a medio plazo del sector del packaging es lograr que el 100% de los envases sean reciclajes, pero la pelota también está en el campo del consumidor, ya que solo el 32% de envases se reciclan adecuadamente: la falta de información por un lado, el acceso a puntos de recogida y la pereza hacen el resto.
Las monodosis o formato compacto son una solución de packaging que ha proliferado en los últimos tiempos con la meta de cubrir necesidades puntuales, extremar la higiene o simplemente satisfacer a nuevos consumidores, individuales o en familias cada vez más pequeñas.
Así, es muy frecuente encontrar monodosis para mascarillas, geles, champús y similares, precisamente los productos ideales para cambiar el tradicional plástico por el packaging soluble en agua. No obstante, se estudia su implantación en formatos más grandes.
Los envases solubles en agua están fabricados con alcohol polivinílico, una sustancia no tóxica, inodora e insípida. Cuando entra en contacto con el agua, el packaging pasa a tener una consistencia de gelatina y, en cuestión de horas, los enlaces de las moléculas se rompen, facilitando su completa disolución en el agua destinada al alcantarillado. Como es biodegradable, será metabolizada sin problema por la estación de tratamiento de aguas sin problemas.
Ojo porque no son los únicos: las virutas solubles o «cacahuetes de envoltorio» están hechos de almidón de maíz y glicerina, actúan como capa protectora y también se disuelven completamente en agua. La tecnología de materiales y la innovación ofrecen soluciones para lograrlo.
