Tanto si las cuentas anuales arrojan ganancias como si no, lo habitual en una empresa es pensar en el futuro. Concretamente, en un escenario en el que la empresa crezca, es imprescindible que se trabaje para lograr una mejora de producción.
No obstante, aunque todos tenemos claro que una mejora de producción tiene como objetivo obtener más productos de modo que la capacidad de nuestro volumen de ventas tenga potencial para crecer, la forma de hacerla es muy diferente de un sector a otro o incluso, dentro de un mismo sector, de una empresa respecto a otra. A continuación, algunos planes de acción para mejorar la producción.
Una de las formas de hacerlo es mejorando la eficiencia. O lo que es lo mismo, reduciendo el tiempo productivo para que, sin necesidad de invertir se consiga fabricar más. La gestión de tiempo es clave y aquí es donde entran la implementación de planes de mejora continua de la calidad para reducir el timming.
Otra forma de mejorar la eficiencia reduciendo el tiempo de operación puede lograrse a través de la automatización, es decir, la introducción de maquinaria en partes de la fase productiva, de modo que se combine el trabajo individual o en equipo dentro de una línea de producción con la maquinaria donde sea necesario.
No nos podemos olvidar de los PRL o prevención de riesgos laborales. Y es que los accidentes, además de ponernos en riesgo, reducen nuestra capacidad productiva, aumentando los costes y contribuyendo a que las operaciones se produzcan más lentamente. Un buen programa de PRL a través de prevención y formación tiene como resultado a medio y largo plazo una mejora en la producción.
Otra forma de mejora de producción es la evaluación de la rentabilidad o no de la externalización, de modo que parte del proceso productivo se desarrolle fuera de la planta, una forma sencilla y flexible de adaptar la producción a las necesidades sobre la marcha.