Manipulación de botellas de vino: calidad y seguridad en el proceso

Aunque a priori sorprenda, el vino está incluido en el código alimentario español al entenderse como un líquido vegetal que se consume de forma habitual para la nutrición humana o como fruitivo. Cuando el vino llega a nuestra copa ha seguido una larga cadena de producción que nace en la recolección de la uva en los viñedos. En todo caso, se trata de un proceso largo y complejo en el que tanto el vino como los elementos que entran en contacto con éste cumplen unos criterios de calidad y seguridad muy estricta al entenderse como un alimento más. Dada la larga cadena de producción, nos centraremos en la manipulación de botellas de vino.

El embotellado constituye el paso final en cuanto al proceso de preparación del vino en sí, pero el primero en la cadena logística. Además de ofrecer una buena presentación y una distribución cómoda – y en algunas ocasiones constituye una clara diferenciación en cuanto a packaging, sirva como ejemplo el Chianti -, el vino sigue su proceso de maduración, por lo que es un momento clave si se busca un producto con una determinadas propiedades organolépticas.

Son muchos los factores que influyen en el embotellado, como pueden ser la cantidad de oxígeno, el taponado, la limpieza… que pueden desembocar en la consecución de un caldo excelente o no. Se recomienda que la manipulación de botellas de vino se realice bajo ciertas condiciones de temperatura, luz y humedad y que éste sea almacenado largo tiempo antes de que sea puesto a la venta.

A continuación se entra en la fase del almacenaje y transporte. Se trata de un paso crítico tanto para el proceso productivo como para el productor ya que en muchos casos no se realizan en sus instalaciones sino que se externalizan, pero los criterios de calidad y seguridad deben seguir vigentes.

Si el vino va a ser exportado o importado, adicionalmente habrá que añadir su traslado al depósito fiscal, donde sera almacenado en régimen de suspensión de impuestos por las autoridades aduaneras y se realizarán los trámites burocráticos correspondientes.

Obviamente para el buen llevado a cabo de esta externalización del manipulado de botellas de vino es fundamental el empleo de soluciones de envasado y embalaje pertinente para facilitar la tarea del traslado manteniendo las condiciones óptimas de calidad y seguridad del proceso.

De este modo, la bodega sólo tiene que preocuparse de la fabricación de su producto y la economía de escala le resulta mucho más sencilla.