Dos premisas por las que este packaging de Johnnie Walker te va a encantar. La primera, la contaminación es un problema que nos afecta a todos y es trabajo de todos la concienciación y cambiar nuestros hábitos para mejorarla, por eso esta iniciativa constituye una medida inteligente y diferente de «aprovecharla». La segunda, un cambio de cara en su mítica botella de whiskey para conectar con las nuevas generaciones con un paradigma curioso: los jóvenes de la generación Z se identifican más con su ciudad que con su país.
De ahí nace “Keep Walking City Collection”, una nueva serie de botellas de whiskey Black Lavbel inspirada en las grandes ciudades de todo el mundo. Así, cada botella cuenta con un diseño único para el que la agencia creativa Bulletproof ha contado con artistas locales para que creen a partir de una superficie cerámica totalmente en blanco.
Sobre este particular lienzo, la tinta Air-Ink diseñada por los Graviky Labs. ¿Qué tiene de particular la tinta Air-Ink? Que está fabricada de la polución generada por los motores de diesel, chimeneas y otras fuentes de contaminación atmosférica.
El carbón se filtra y extrae, mezclándolo con otras sustancias para lograr una tinta negra. Y qué mejor que homenajear a las ciudades que con el arte urbano del graffiti, al que esta tinta “sucia» le sienta de lujo, creando un packaging elegante, diferente y estético para diferenciarse.
En esta colección “Keep Walking City Collection” colaboran Alek Morawski para el skyline de Varsovia, Okuda San Miguel se encarga de inmortalizar las calles de Madrid, Gongkan se ha inspirado en Bangkok… y la lista suma y sigue, incluyendo ciudades como Delhi o Estambul. Auténticas obras de arte urbanas para coleccionar e identificarse mientras disfrutas de una bebida espirituosa icónica.
De momento solo las tres primeras han salido a la venta, pero en los próximos meses se esperan nuevos lanzamientos y nuevas ciudades.
