Al comenzar este 2020 os comentábamos que la Sostenibilidad iba a ser este año un valor en alza y el tiempo lo confirma: cada vez son más las empresas que optan por ella como estrategia, exigiendo a sus proveedores que asuman este valor como propio. Una de las problemáticas clave para seguir mejorando en sostenibilidad es el cambio climático, algo de lo que cada vez más empresas de packaging en general se hacen eco.
Así, no solo es cuestión de apostar por materiales reciclables y reciclados, optimización de procedimientos, sino también en lograr una gestión más eficiente de los recursos disponibles. Otra forma de seguir el camino de la sostenibilidad es a través de la seguridad laboral y el entorno. Por supuesto, no podemos olvidarnos de la innovación, ya sea tanto en operaciones como en el desarrollo de nuevos materiales y combustibles. Incluso industrias tan históricamente contaminantes como la del papel y el cartón están reduciendo el consumo de agua de forma considerable en los últimos tiempos.
Las tecnologías, innovación y maquinaria forman parte de la estrategia de sostenibilidad, pero también es esencial incluir en esta estrategia al personal a través de formación ambiental y buenas prácticas. Y es que a través del conocimiento del impacto ambiental que genera su labor, es más fácil considerar el plano ambiental dentro de sus objetivos laborales para mejorar en productividad a través de la sostenibilidad.
No podemos olvidarnos del transporte y logística, uno de los sectores que mayor impacto tiene en el cambio climático. Medios de transportes, rutas y algo tan básico como el sentido común: ¿es razonable desde la perspectiva ambiental trasladar materiales de una parte a otra del planeta?
Además, esta búsqueda de la sostenibilidad no solo no frena la competitividad sino que más bien es al contrario: se puede y se debe seguir creciendo a través de ella.