Cuando vemos un producto alimentario en un stand del supermercado no podemos hacernos una idea de todo lo que hay detrás. Además del lógico proceso productivo de las materias primas – para que nos entendamos, si hablamos de un bote de tomate frito, algo tan delicioso como los frutos del tomate – una vez son recolectadas se lleva a cabo una larga cadena de tratamientos para obtener un producto en óptimas condiciones organolépticas y que cumpla los estándares requeridos tanto por la ley como por la empresa, que en muchos casos contará con certificados adicionales de trazabilidad.
Esta normativa no sólo debe cumplirla los productores directos, sino que las empresas que contribuyen en el sector de forma colateral también deben proceder según dicte la ley, algo que los proveedores de maquinaria o de packaging sabemos y seguimos a rajatabla en todos nuestras mercancías como sleeves, blisters, etc.
Así que sí, detrás de una inocente lata de tomate hay una ingente cantidad de procesos necesarios detrás, es lo que se conoce como la manipulación de alimentos, algo en lo que los trabajadores deben estar formados y actualizados periódicamente para estar al día de las novedades. La manipulación de alimentos se asegura de evitar la contaminación de los alimentos de forma física, química y biológica.
Para ello, se deben cumplir una serie de normas de higiene personal y hábitos higiénicos como puede ser el lavado de manos o el empleo de material para evitar el contacto directo. Así mismo, está terminantemente prohibido fumar, comer o la exposición a fluidos o tejidos humanos, es decir, que no se debe rascarse o peinarse, toser (se pone especial atención en la exposición a enfermedades), secarse el sudor o incluso manipular dinero, todo un foco de microorganismos.
Por supuesto, se debe velar para que las instalaciones se encuentren en perfectas condiciones de higiene, poniendo especial hincapie en la desinfección de material en contacto con los alimentos (preferentemente material desechable, fácilmente esterilizable o el empleo de acero inoxidable ) la gestión de residuos o el control de plagas.
Como puede observarse, se trata de una larga serie de normas de conocimiento y cumplimiento obligados, cuya continua actualización conforme se modernizan los procesos productivos hace necesario más que nunca una formación sobre manipulados de alimentos de carácter progresivo para los trabajadores.