Aunque la sensación es que el COVID-19 y sus devastadores efectos ya han pasado, en realidad todavía nos esperan unos meses de convivencia con el virus en los que cualquier tos o malestar serán indicio de que nos hemos contagiado. Los test rápidos están a la orden del día, pero una pandemia mundial tiene una importante cara B: la gestión de los residuos originados precisamente de esos test. Una firma de diseño de producto se ha propuesto solucionarlo con ECO-FLO, un revolucionario concepto de test rápido.
Mascarillas, menús en etiquetas QR, distancia social y tests rápidos son las herramientas que disponemos hoy en día para lidiar con el virus en nuestra rutina. Pero estos kits están diseñados y embalados con mucho plástico, generando así otra consecuencia más de la pandemia.
La firma de diseño Morrana vio la necesidad de desarrollar un kit sostenible y totalmente reciclable, biodegradable y libre de plásticos de un solo uso. Su nombre es ECO-FLO y, como otros tantos de test, emplea la saliva para la muestra. Cuatro componentes conforman este kit: una bolsita, el kit, una tira y un paño absorbente. El packaging está hecho con pulpa de papel y la bolsita usa película Nature Flex. Así, los kit ECO-FLO se biodegradan en 4 – 6 semanas.
Andy Trewin Hutt, director asociado de Morrana, explica en la nota de prensa:
Hemos desarrollado ECO-FLO para subrayar la necesidad de un diseño más sostenible. Pensando en futuras pandemias, ECO-FLO ofrece una opción más simple, accesible y sostenible para ayudar a que la gente esté segura con test rápidos en masa y además, pensando en el planeta.
Pero ojo porque estos kits no son un concepto, sino que son una realidad con un objetivo ambicioso: que sean distribuidos por el servicio público de sanidad del Reino Unido y estén disponibles en farmacias.
Fuente | Morrana