Parece que fue ayer cuando los containers de metal fueron haciendo paso primero a uno verde de plástico y posteriormente a una serie de contenedores fácilmente identificables por su color para reciclar: vidrio, plásticos, envases, metales, pilas, ropa, orgánico y resto. ¡Qué lío al principio! Sin embargo ya podemos decir con orgullo que desde el más pequeño hasta el abuelo de la casa tiene claro que hay que reciclar y dónde va cada residuo y que la tasa de reciclaje va creciendo año a año.
La sociedad se va concienciando en relación con el medio ambiente y el sector del packaging va de la mano de esta sensibilización social hacia la ecología, de hecho las tendencias eco en envases y embalajes están de rabiosa actualidad en los últimos tiempos.
2030: una fecha en el calendario del packaging
Precisamente por ese motivo la legislación ha lanzado un guante que recoge el sector: en poco más de 10 años vista, todos los envases tienen que ser reutilizados o reciclables. Como ha sucedido recientemente con las bolsas, que desde el pasado verano ya no pueden entregarse gratis en los comercios para fomentar el uso de bolsas reutilizables, pronto no habrá otra opción sino la de los envases de larga vida útil o que se reciclen fácilmente.
Así, los envases biodegradables pasan de ser una opción interesante más a una línea de acción que deberán acometer los fabricantes tarde o temprano. Hoy más que nunca es momento de que nos pongamos las pilas y diferenciemos entre envases compostables, degradables biodegradables porque de ello depende la estrategia de las empresas a medio plazo.
Adelántate a 2030 y demuestra tu compromiso con el medio ambiente con unas políticas que apuesten por la sostenibilidad: reduciendo materiales y procesos, ahorrando energía y cuidando el entorno con envases que no dañen al planeta. Reciclar es el futuro y solo aquellas empresas que sepan adaptarse a tiempo marcarán la diferencia
