En la decisión de compra por parte del consumidor influyen muchos factores. Y entre ellos, destaca sobremanera el packaging, como herramienta básica del marketing a la hora de transmitir la filosofía y los valores de cada empresa. De hecho, incluso cuando se está pensado en introducir cambios en el packaging de un producto, hay que tratar de ofrecer una imagen renovada pero sin perder los valores con los que los usuarios asocian nuestro producto y evitar despistarlos con grandes cambios que pueden hacer perder parte de la filosofía de la empresa.
En definitiva, se trata de hacer que el consumidor se identifique con el producto y con el estilo de vida que quiere llevar, para incentivarlo a meterlo al carro de la compra. Esta identificación de producto y consumidor se hace fundamentalmente con el logotipo del producto o empresa, y con el packaging que envuelve el producto y que el consumidor se encuentra en la estantería del supermercado.
Y para que el packaging se convierta en una herramienta que ayude a que el consumidor se lleve el producto a su casa, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones básicas:
- El packaging tiene que ser atractivo, pero tiene que estar en consonancia con la identidad corporativa. Tanto los colores utilizados como la letra deben ser acordes con la imagen de la empresa.
- El packaging tiene que ayudar a resaltar las cualidades de nuestro producto.
- Si aportan un valor añadido al producto, mejor que mejor. El consumidor es cada día más exigente, y valora enormemente que el packaging aporte un valor añadido al producto. Este valor añadido puede ser dar más información, una receta en el caso de un alimento, o diseñar un packaging que sea capaz de alargar la vida del producto.
- Apuesta por la comodidad. Si el packaging es, además de atractivo, funcional y fácil de transportar y de usar, el consumidor lo agradecerá enormemente. Además, también supondrá un ahorro de costes en el presupuesto destinado a logística de tu empresa.
- Respeto por el medio ambiente. La concienciación por el respeto por el medio ambiente ha calado profundamente en amplias capas sociales, y el packaging debe adaptarse a estas tendencias respetuosas por el medio.
- Utiliza valores emocionales. Además del respeto por el medio ambiente, valores tradicionales y términos como casero, sano o natural, dependiendo del tipo de producto, también enganchan al consumidor.