En los últimos años, lo rellenable ha retornado con fuerza para quedarse, pasando de un guiño a lo retro a la apuesta por la sostenibilidad con una vuelta a los orígenes. Pero hacer un envase rellenable no está al alcance de cualquiera: estos son nuestros consejos para crear un buen envase rellenable.
Como puedes deducir, hacer packaging rellenable comporta una serie de beneficios desde el punto de vista ecológico, como evitar o al menos reducir, que un envase se vaya a la basura (aunque sea al contenedor de reciclaje). Además, en lugar de utilizar energía y materiales para crear envases de un solo uso, se piensa más en el medio largo plazo en el proceso productivo.
Por otro lado, que un envase sea rellenable implica cierta adherencia en tanto en cuanto el usuario lo va a tener bastante tiempo en uso, lo que genera emociones. Y esta es otra forma más de fidelizar consumidores y establecer relaciones a largo plazo. Piensa en esos objetos que pasan de generación en generación, porque puedes crear un vínculo similar.
Aclarado este punto, tiene sentido esmerar el diseño más allá de la funcionalidad, ya que un envase rellenable puede ser eficaz con una fabricación sencilla y barata, pero poner un punto de mimo en los materiales y la estética es un plus. Así, tiene sentido emplear materiales más duraderos o que envejezcan mucho mejor que el plástico de un solo uso, como por ejemplo el metal, la madera o el vidrio. Busca una imagen que encaje con tu marca y que atraiga al potencial consumidor.
Frente a la cultura del consumo rápido esto supone un desafío, ya que los packaging de los productos nuevos lucen como tal, pero si tienes un envase rellenable con carácter y una estética diferenciada, es otra historia. A nivel de diseño, los envases rellenables ofrecen más libertad en cuanto a opciones de formas, ya que el coste unitario pasa a un segundo plano y lo mismo puede decirse de la imagen de marca: va a estar allí, delante del cliente, mucho tiempo.
Por supuesto, no podemos olvidar el proceso de recarga, ya que va a convertirse en un ritual, por eso es tan importante que sea claro, fácil y rápido, para que genere más satisfacción que frustración. La sensación de novedad desaparece, pero si conseguimos una experiencia de uso redonda, por ejemplo con una tapa que se desenrosca y un clic sonoro y nítido, estamos alimentando el placer de su empleo.
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Portada | Foto de KINN Living en Unsplash
