Cada vez son más las empresas que muestran su preocupación por el medio ambiente y toman medidas, que sirven no solo para cambiar su estrategia de producción, sino también para ayudar a cambiar de hábitos a sus consumidores y, por ende, a la sociedad. Una de las más icónicas acaba de dar un paso histórico: Coca Cola acaba de lanzar su primera botella hecha con plástico reciclado procedente de la basura marina.
Este hecho histórico demuestra dos cosas: la primera que nuestros océanos tienen solución si tomamos medidas para limpiarlos. Y es que esta basura procede de la campaña llamada «Mares Circulares», destinada a limpiar costas y fondos marinos de España y Portugal .
La segunda buena noticia es que esa basura procedente del fondo marino tiene una segunda vida. Irónicamente, entre esos restos seguramente habría envases de refresco que pueden volver a su cometido original gracias a la implicación y el avance tecnológico que posibilita su reciclado.
Encargados de realizar este ambicioso proyecto, las firmas Ioniqa Technologies, Indorama Ventures y Coca-Cola, logrando alcanzar una producción de 300 botellas con un 25% de plástico reciclado. El hito no solo es la limpieza, sino también la obtención a partir de PET muy deteriorado de una botella apta para alimentación y bebidas gracias al reciclaje de este plástico.
Algo que ha sido posible gracias al proceso químico de la despolimerización, para mejorar el PET de baja calidad, eliminando sus impurezas y transformándolo en un PET de alta calidad. Esta operación también puede llevarse a cabo con envases no transparentes.
Esta campaña se engloba dentro de la estrategia de Coca-Cola denominada «Avanzamos», en la que la marca de refrescos se propone captar y reciclar el equivalente al 100% de las botellas o latas que ponga a la venta para 2025. Además, para esa fecha quiere que todos sus envases sean 100% reciclables y que cada botella puesta a la venta esté fabricada por un 50% de PET reciclado. Una misión ambiciosa a la que esperamos se sumen cada vez más empresas.