Papel y cartón son dos viejos conocidos en la industria del packaging, pero todavía tienen mucho que decir en el sector gracias a su amplia aplicabilidad, sus propiedades y las facilidades que ofrecen a la personalización. Por increíble que parezca, estos materiales siguen abiertos a dar una vuelta de tuerca más en busca de mejoras como esta innovación: AquaStop, una evolución del papel para embalaje que consigue que sea resistente al agua y reciclable.
Esta innovación se logra gracias a un recubrimiento especial realizado al papel durante el proceso de fabricación.
Pero ojo, no solo resiste la acción puntual del agua, sino que además ofrece resistencia a la exposición al agua, lo que abre su abanico de aplicaciones dentro del mundo del packaging:
- Para productos como frutas y verduras, flores o incluso detergente, todos ellos potencialmente expuestos al agua.
- En otros productos donde si bien no hay agua específicamente, sí que puede surgir la aparición de la humedad, como es el caso de refrigerados, donde la condensación puede perjudicar el papel estándar.
Y un dato importante: este aditivo no impide la reciclabilidad del material, de modo que una vez empleado y convertido en residuo, puedes colocarlo en el clásico contenedor azul para papel y cartón para su reciclado.
Esta innovación tiene potencial para convertirse en una revolución dentro del sector y su desarrollo ha tenido lugar principalmente en España, confirmando una vez más el buen hacer y la investigación de esta industria dentro de nuestras fronteras.
Fotografía | Smurfit Kappa